Desde el pitido inicial el Rayo da muestras de que no viene de comparsa y exhibe un buen juego de bastante control del balón en el centro del campo. Se apodera de la pelota y supera ampliamente en posesión al Atlético. Los rojiblancos, bien plantados en el campo y realizando una presión bien planteada con Gabi, Koke y sobre todo Mario, que crece día a día. Pese a los despistes de Miranda y de los laterales, muy volcados al ataque como es habitual, Godín demuestra que es un seguro de vida atrás para el Atlético. El resultado, que Courtois no tiene que intervenir más que de forma anecdótica y un Atleti que espera a la contra al Rayo y que, cada vez que recupera el balón crea peligro. Falcao, bien marcado durante todo el partido, no es capaz de realizar un partido de los que nos tiene acostumbrados, pero la consecuencia de la estricta vigilancia a Falcao es que Costa queda algo más suelto y que los centrocampistas se incorporan con peligro gracias a los huecos que Falcao les abre arrastrando a la defensa. Consecuencia de una de estas jugadas llega el gol del Atlético. Costa se lleva a la defensa a un costado, consigue dar el pase al segundo palo en el que lega libre de marca Mario gracias a que Falcao arrastró toda la defensa al primer palo. Gol de Mario y partido encarrilado al descanso.
Comienza el segundo tiempo y se repite el guión, pero con más efectividad aún. Diego Costa sigue volviendo loca a la defensa y da un pase de nuevo al que se incorporaba libre de marca, en este caso Koke, para que haga el segundo. En un par de minutos, jugada casi calcada. Costa vuelve a desmarcarse, en esta ocasión abre a Juanfran que le dobla por la banda y de nuevo asistencia al hueco en donde Arda empuja el balón a la portería rayista para hacer el tercero. Y al poco tiempo, nueva jugada de Costa que provoca un penalti. Falcao transforma y llega el 4-0 al marcador con un Atleti volcado a la contra y con un Rayo que tiene pinta de que se puede llevar un saco de goles del Calderón. El Atleti baja un poco el pistón y no amplía más el marcador casi por pereza y pasan así del minuto 15 al 30 de la segunda parte. Todo parece estar finalizado antes de tiempo, tanto que el Atleti parece haberse ido al vestuario antes de tiempo.
A partir de ese momento sucede algo difícil de explicar. La mayor caraja defensiva que he visto en el Calderón en mucho tiempo. La verdad es que no acierto a explicar muy bien por qué se produce. Puede que el despiste defensivo venga provocado por la relajación que da el marcador y que el equipo se relaje de tal forma que empiece a creer que no hay contrario. Puede también que el despiste surja de los cambios realizados (Costa por Cebolla, Arda por Adrián y Mario por Tiago). Las salidas de Mario y de Diego Costa sin duda se notan porque eran, respectivamente, el pivote de la presión en el centro del campo y el jugador que aguantaba el balón en las salidas rojiblancas. Tiago sale desconectado y Adrián más aún. El Rayo también mueve ficha y realiza sus cambios. Y como quien no quiere la cosa, de puntillas, el Rayo hace el 4-1, luego el 4-2 y posteriormente el 4-3 en menos de diez minutos. Todo lo que había sido presión en el centro del campo pasó a ser facilidad para el Rayo en la circulación, la concentración defensiva perdida completamente y se suceden errores garrafales de marcaje, de defensa, de intensidad. La base que el Cholo había conseguido inculcar durante meses al equipo se desmorona durante un cuarto de hora y las dudas vuelven a aflorar en el Calderón. Repito que no soy capaz de explicarlo. Me imagino la bronca de Simeone en el vestuario, me imagino la incredulidad de los propios jugadores. Hasta ese momento el Rayo se había llevado un castigo inmerecido porque se dedicó a jugar al futbol y no lo hizo mal. Cosas del futbol en el que la eficacia de unos y los despistes de otros se pagan caros. A partir de ese momento, un partido completamente amarrado y que parecía terminado antes de tiempo termina siendo un sálvese quien pueda en las filas rojiblancas. Será que el Atleti no está acostumbrado a ganar sin sufrir y no sabe manejar este tipo de encuentros. El caso es que no alcanzo a explicar este expediente X por el que desaparece el control del juego, los defensas hasta ese momento seguros se convierten en flanes y un estadio volcado con el equipo y confiado en la victoria se empieza a acojonar ante la posibilidad de no ganar un partido que diez minutos antes estaba 4-0 en el luminoso.
En fin. No es que sea un problema grave porque sin duda ha sido algo puntual e inexplicable pero, como diría Trillo, ‘Manda huevos’.
- Courtois (3): Bastante seguro todo el partido. No tuvo culpo alguna en ninguno de los goles, en los que estaba completamente vendido.
- Juanfran (2): Quizás el peor partido que he visto a Juanfran. Desenchufado en defensa y sin acierto en ataque, con excepción del gran pase del tercer gol.
- Godín (2): Un baluarte defensivo durante 75 minutos. Un flan durante 15 en los que se fue del partido.
- Miranda (1): Mal partido de Miranda, que falló mucho y estuvo lento como pocas veces.
- Filipe (2): Se sumó al ataque con intención pero tiene parte de culpa en lo acontecido en los últimos minutos.
- Mario (5): Fue el líder del centro del campo del Atlético, presionó, recuperó balones, jugó al futbol y marcó un gol. Gran tarde de Mario Suárez.
- Gabi (2): Acompañó a Mario sin destacar demasiado y, cuando se tuvo que erigir en el líder del centro del campo, al salir Mario, no supo hacerlo.
- Koke (4): Buen encuentro de Koke que cada día demuestra más su validez jugando como distribuidor del juego del equipo (haciendo de Diego, para que nos entendamos).
- Arda (2): Aunque calidad tiene de sobra y lo ha demostrado de nuevo, no tuvo su noche. Falló un gol cantado y varios pases claros aunque terminó marcando.
- Diego Costa (5): Fue la pesadilla de la defensa franjiroja. Dio la asistencia de los dos primeros goles, participó en la jugada del tercero y provocó el penalti que dio lugar al cuarto. Sin duda, el mejor del equipo hoy reivindicando su sitio en el equipo.
- Falcao (3): Estuvo muy marcado durante todo el partido pero no se desenchufó. Se dedicó a arrastrar a la defensa, a abrir huecos para sus compañeros y a caer a las bandas para ayudar en las jugadas. Buen partido de Falcao en una faceta algo distinta de lo habitual.
- Cebolla (3): En el poco tiempo que estuvo en el campo buscó la portería en dos ocasiones y abrió bastante el campo.
- Adrián (1): Mal partido. Poco participativo y sin colaborar en absoluto en la presión.
- Tiago (1): Desde que salió por Mario el equipo se desmoronó y el Rayo manejó el balón a su antojo.
En resumen, partido raro en el Calderón en el que el Rayo salió valiente a plantar cara, se encontró con una goleada inmerecida y al final puso contra las cuerdas a un Atleti confiado y desconcertado que se pareció irse en pleno al vestuario en el minuto 75, con Mario y Costa. Lo mejor, los tres puntos y la reaparición de Diego Costa. Lo peor, como tan es obvio, ya no lo comento más. Simplemente, esto no se puede repetir.
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