R.Mandril 4 - At.Madrid 1

Mateu y Godín hunden al Atlético.

Comenzó bien el partido el Atleti controlando bien al rival y adelantándose en el marcador con una obra de arte de Adrián. El partido estuvo toda la primera parte donde lo quería el Atlético. Hasta que llegó el árbitro a decantar un derby que estaba siendo bueno del lado del de siempre. Llevo toda la temporada oyendo, en los penaltis que le hacen al Atleti, al Barça, al Valencia y a todos los demás que un penalti no tiene por qué ser expulsión. Cuando Courtois derriba al moro del Madrid, no era el último jugador, había dos defensas al quite y además se estaba escorando hacia un lateral del área. Penalti sí, amarilla quizás, roja nunca. Pero claro, en el Cuernabéu las leyes del fútbol cambian para favorecer al Mandril. Así ha sido desde tiempos inmemoriales y así sigue siendo. El Mandril tiene una diferencia de presupuesto abismal con el resto de equipos que no son el Barça. Si además sigue recibiendo las mismas ayudas arbitrales del franquismo, ya no hay color. El resto del primer tiempo y toda la segunda parte 10 contra 12, es demasiado hándicap para cualquiera. A pesar de todo, llega el descanso con tablas en el marcador. El penalti lo marca Marrano Ronaldo con paradiña, de esas que están prohibidas, igual a la que la semana pasada le costó a Messi una amarilla y repetir el penalti.

Pero además, como suele pasar contra el Mandril, siempre hay un imbécil que hace el peor partido de su vida, y ayer ese imbécil fue Godín. Perea estaba haciendo un partidazo marcando bien a Marrano Ronaldo y, en la primera ocasión que el portugués no se mide en carrera a Perea sino que encuentra a otro defensor, Godín hace una carrera de tortuga y se ve claramente sobrepasado. Asenjo intenta salir a tapar pero se queda a media salida y el pase llega a Piscinas Di María, que marca el segundo. Pero el recital de Godín no ha hecho sino empezar. En un balón desde la defensa con todas las ventajas para él,deja botar varias veces el balón hasta que se hace un lío y se lo regala a Igualín, que marca el tercero. Por si fuera poco, en la siguiente pelota que llega al área del Atleti, Godín hace un penalti absurdo firmando la tercera gran cagada de la noche. Entonces llega el deficiente mental del árbitro que, en una jugada sin peligro de gol va y le saca una roja directa. Ala, a jugar con nueve contra doce. Entre Godín, el árbitro y Manzano, que no reacciona a tiempo con los cambios y cuando lo hace quita la poca calidad que había en el campo (primero Diego y luego Arda), el derby termina como siempre.

No me voy a extender en la crónica del partido. Poco más se puede decir. Buena primera parte y dos protagonistas en la segunda, el desafortunado Godín y el impresentable del pito.

Courtois (2): En la primera oportunidad del Madrid cometió penalti.

Perea (5): Genial en su marcaje sobre Ronaldo.

Domínguez (3): Bien en líneas generales.

Godín (0): El mejor delantero del equipo contrario. Pésimo. No puede volver a jugar después de lo que hizo.

Filipe Luis (4): Bien en defensa y durante la primera parte sumándose al ataque

Assunçao (2): Este tipo sólo sabe defender. Es nulo en ataque y en creación.

Gabi (1): Mal partido de Gabi. Casi no apareció.

Diego (4): El poco tiempo que estuvo en el campo jugó bien y suyo fue el pase del primer gol.

Arda (4): Bien, con mucha calidad y compromiso con el equipo.

Salvio (1): Es un tronco. No me explico cómo Manzano puedesacarle.

Adrián (4): Muy bien en todas las jugadas que intervino. La primera la colocó dentro de la portería.

Asenjo (3): Salió por Diego tras la expulsión de Courtois. Hizo alguna parada de mérito y no tuvo la culpa en ninguno de los tres goles que encajó.

Reyes (3): Salió muy tarde,cuando el partido ya estaba roto y no pudo aportar nada al equipo.

Miranda (3): Salió tras la expulsión de Godín y cortó unos cuantos balones en defensa.

Manzano no puede seguir ni un partido más en el Atleti. Tras la debacle en el Cuernabéu se le ha acabado el poco crédito que le quedaba, aunque mientras sigan en la directiva los mangantes que tenemos, poco se podrá hacer.