domingo, 20 de febrero de 2011

Zaragoza 0 - At. Madrid 1

En el partido de hoy se han demostrado varias cosas. La primera, por qué el Zaragoza está en la tabla en el lugar que está. Es un equipo gris, muy pobre y sobre todo, gafado de cara al gol. Incluso más gafado que el Atleti. Dos postes, un par de ocasiones claras, ...
Lo segundo que se ha demostrado es que el Atlético está muy tocado. A pesar de hacer una buena primera parte, sólo una genialidad de el de siempre, el Kun, nos ha permitido ponernos por delante en el marcador justo cuando parecía que el Zaragoza se estaba haciendo con el partido. Hemos terminado, no podía ser de otra forma, contra las cuerdas. Sufriendo y manteniendo a duras penas el resultado y con bastante suerte.
Lo tercero que se ha demostrado es la opinión que vengo sosteniendo toda la temporada. Koke tiene que ser titular indiscutible. En un equipo en que la mayoría de los jugadores se quitan de encima el balón de cualquier manera, no podemos prescindir de un chabal que sabe tocarla, y bien, en el centro del campo. Koke tiene que jugar al lado de Tiago, sin duda alguna. Para mí, hoy ha sido la confirmación de esta evidencia.
El Zaragoza que he visto hoy tiene la marca de Aguirre. Ha planteado un partido muy 'amarrategui' y sólo cuando se ha visto perdiendo y ha ido a buscar el partido ha empezado a jugar. Este Zaragoza huele a segunda, y si se libra va a ser porque otros equipos están poniendo muy barata la permanencia.
Esperemos que lo del Kun se quede en un susto y pueda estar contra el Sevilla.
Por cierto, no entiendo lo de Filipe ni lo de Juanfran. ¿Qué le pasa para que Quique nunca les saque? Calidad creo que los dos la tienen de sobra, al menos para jugar en este Atleti tan mediocre.
En fin, a ver si poco a poco al menos damos con un once estable que nos garantice una forma de juego que, a estas alturas de temporada, los jugadores tendrían que tener clarísima, pero que sigue brillando por su ausencia. En los últimos partidos las primeras partes están siendo buenas, pero parece que en la segunda parte siempre se vienen abajo y terminamos sufriendo, cuando no perdiendo.

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